La Avenida da Liberdade no solo es una de las principales arterias de Lisboa, es además la calle del lujo por excelencia, en la que se concentran las grandes marcas, nacionales e internacionales, a semejanza de la llamada «Milla de Oro» de Madrid.
Es una calle arbolada, con varios carriles y amplias aceras cubiertas de la típica calzada portuguesa, que une la Plaza de Restauradores con la del Marqués de Pombal.
Construida entre 1879 y 1886, está inspirada en los bulevares de París, más concretamente en la avenida parisina de los Campos Elíseos.
Cuenta con una localización privilegiada en pleno centro de la capital portuguesa, -entre el centro histórico y el de negocios-, donde se conoce también como la avenida de las tiendas de lujo.
Prada, Louis Vuitton, Burberry, Gucci, Furla, Emporio Armani, Cartier, Ermenegildo Zegna, Hugo Boss, Carolina Herrera, Trussardi, Rosa & Teixeira y Michael Kors son solo algunas de las marcas que escogieron esta calle para instalarse en carismáticos edificios de los siglos XIX y XX.
Solo en los últimos seis años, cerca de cuarenta nuevas marcas abrieron sus puertas en esta arteria, a la que en breve se van a sumar otras dos.
«Podemos decir que del total del comercio existente en Lisboa, el 63 % se localiza en la Avenida da Liberdade con tienda propia. En términos de los sectores representados en la avenida, el 60 % corresponde a moda y accesorios, el 21 % a restauración y el 13 % a joyería y relojería», explicó.
Dentro del segmento de moda y accesorios, el 57 % es de lujo, el 31 % de la categoría «premium» y apenas el 12 % de la de «mass market» o mercado de masas, de acuerdo con los datos que maneja Araújo, quien precisó que «del total del área ocupada (más de 32.000 metros cuadrados), el 84 % son cadenas nacionales e internacionales, el 9 % comercio tradicional y el 7 % nuevos conceptos».
En los últimos años, la oferta de espacios en la avenida ha aumentado de forma significativa debido, sobre todo, a la rehabilitación de edificios y de los bajos en los que se instalan las nuevas tiendas.
Unna de las razones de los buenos resultados está en el continuo incremento del número de turistas que llegan a Lisboa, lo que a su vez, beneficia al comercio.
Locales «que dinamizan la calle, traen mucho más turismo. Hay más gente en la calle y son los turistas los que tienen más capacidad de compra».
Son muchas las personalidades públicas que pasean, de arriba a abajo, por la lujosa avenida, especialmente actores y presentadores de televisión.