Casas de Lujo en Ibiza

Buscamos Casas de Lujo en Ibiza. En ellas todo es sencillez y sentido práctico: un porche fresco y generoso, espacios abiertos, colores luminosos. Es el placer de vivir el Mediterráneo en estado puro.

Conseguir que unos ambientes muy sencillos, basados en una austeridad casi conventual, respiren modernidad y relax son los objetivos a la hora de comprar una casa de lujo en Ibiza, en lo que influen el proyecto de arquitectura y de decoración.

Puedes encontrar Casas reformadas según los cánones de la arquitectura tradicional de la isla, hay viviendas que nos sorprende con una fachada principal color tierra en la que destacan los ventanales en madera de iroco, enmarcados en color blanco.

Casa de Lujo en Ibiza 01

Podemos encontrar casas que aprovechan en muchos casos la pendiente natural del terreno y vemos en sus estructuras dos niveles aterrazados. En la parte baja, totalmente diáfana, se sitúan el salón y la cocina, precedidos por un generoso porche.

Nos gustan con una cubierta cañizo y vigas de madera que sombree el comedor y una zona de estar al aire libre, en las que el estilo de los muebles puede potenciar la comodidad y dejar todo el protagonismo a las soberbias vistas sobre el mar.

La planta alta se reserva para el dormitorio con cuarto de baño incorporado, que tiene salida directa a una amplia terraza, desde la que se accede también a la cubierta de la casa.

En cuanto a la decoración, los muebles de obra, los buscamos diseñados a medida, y que se alían con piezas de madera de teca y tejidos de colores claros para transmitir sensación de frescor.

Asimismo, con la idea de disfrutar de una perfecta comunión visual entre interior y exterior, los suelos de la primera planta y del porche en algunas se cubren con hormigón pulido, mientras que en el dormitorio preferimos la calidez de la tarima.

Ibiza y los estilos en sus Casas de Lujo

Casas junto a pinares autóctonos y con vistas a una de las magníficas calas de la isla de Ibiza, resulta increíble imaginar vivir en una vivienda así, situadas en amplios terrenos en pendiente.

Muchos diseñadores buscan «Respetar el volumen existente y conseguir que también desde dentro fuera posible contemplar el bello paisaje que rodea la casa».

Las hay de planta rectangular y estructurada en dos seminiveles unidos por un pequeño tramo de escalera, donde la construcción rinde un evidente homenaje a la arquitectura tradicional balear.

Casa de Lujo en Ibiza 02

Sus fachadas de color tierra dan paso a un generoso salón, con una dorada tonalidad de la piedra de marés vista que revistiendo dos de sus paredes, ponen una nota de sencilla calidez.

También aquí se encuentran el comedor y la cocina. A través de grandes ventanales en madera de iroco, todos estos ambientes se prolongan hacia el porche que, gracias a una cubierta de cañizo, se convierte en el lugar ideal para la contemplación y el descanso.

En la decoración se consigue realzar aún más la esencia de la construcción a través de ingeniosas soluciones decorativas, como un sofá de obra en el salón y la elección de muebles de madera, de origen oriental en muchos casos, cuya sola presencia logra contrarrestar la frialdad de los muros blancos y de los suelos de cemento pulido.

En la Cala Codola, en Ibiza, se encuentran muchas de estas casas unifamiliares con la prioridad de conseguir que todas las estancias disfruten de la magníficas vistas sobre la cala, un criterio que prevalece sobre la buena orientación y el asoleo.

Un ejemplo es esta Casa en Sant Joan de Labritja.

Los mejores arquitectos y decoradores

En algunas de ellas, la edificación se entierra con dos objetivos: por un lado, para adaptarse al terreno, minimizando el impacto ambiental y logrando su integración en el entorno natural, y, por otro, para mantener las vistas sobre el mar que se divisan desde todas las estancias de la vivienda.

Las fachadas principales, abiertas a la cala, están recorridas por un porche que parece abrazar a la piscina rebosante, cuya lámina de agua se funde con el horizonte marino.

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Mientras, la fachada posterior, donde se encuentra la entrada, permanece cerrada y la cubierta transitable actúa como un magnífico balcón elevado sobre el mar. En cuanto al tipo de construcción, los arquitectos suelen inspirarse en las casas tradicionales ibicencas, que cuentan con una sala principal en torno a la que se articulan el resto de estancias.

Por ese motivo, el acceso se hace a través de un porche cubierto con cañizo. La distribución de este tipo de casas produce una secuencia visual que va del jardín al porche y de éste al salón y al porche posterior para que la vista se dirija a la piscina y, finalmente, al mar.

Sin duda, el suelo de piedra arenisca potencia esa continuidad. La decoración cobra importancia y se recurre a los mejores, quienes, en estrecha colaboración con los arquitectos, han sabido realzar estas edificaciones en la que juegan un papel fundamental las luces y sombras, y recurren a soluciones decorativas que, unidas a muebles y objetos orientales, añaden al resultado un sello muy personal.