Diamantes Chopard

Siempre a la búsqueda de bellezas increibles, Chopard presenta un fabuloso diamante de talla esmeralda de 85 quilates, cuya pureza extrema compite con su deslumbrante blancura. A semejanza del legendario Koh-I-Noor, diamante Golconde de 105,6 quilates engastado en la corona de Inglaterra, o del Regente, antaño lucido por la reina Maria Antonieta y actualmente conservado en el museo del Louvre, esta joya de excepción está reservada a un destino fuera de lo común.

Alianza perfecta entre belleza, brillo y misterio, el diamante es la más mística de todas las piedras preciosas. Y cuando presenta cualidades tan excepcionales como esta gema de 85,28 quilates,  forma parte del panteón de las joyas exclusivas.

Destaca su nitidez, blancura y pureza extremas, la piedra adquirida por el joyero pertenece a la clase IIA, una categoría de diamantes muy rara y químicamente puros, que representan aproximadamente 1% de la totalidad de los diamantes.

Las piedras con este grado de perfección y este gran tamaño proceden históricamente de las minas indias de Golconde, no descubiertas hasta el siglo XVIII. Conocidos por su blanco perfecto, su agua particular y su increible transparencia, los diamantes Golconde son los más codiciados y célebres del mundo.

Con las mismas características que estas gemas de destino histórico, el diamante desvelado por Chopard ya ha comenzado a desencadenar las más ardientes pasiones, en particular la de Caroline Gruosi-Scheufele, co-presidente de la casa y directora creativa, quien comentó: “Adoro las piedras.

Diamantes Chopard

He visto muchas a lo largo de mi carrera pero la belleza de esta sobrepasa a la de la mayoría de ellas  y es verdaderamente excepcional”. Caroline Gruosi-Scheufele viaja por todos los continentes en búsqueda de las más hermosas piedras preciosas.

Luego se inspira en sus múltiples periplos y encuentros para, junto con los diseñadores del departamento.

Alta Joyería, ir mas allá de los tesoros que lleva en sus maletas. Apostamos a que este increible diamante de 85 quilates le permitirá expresar una vez más todo su talento. Solicitando la creatividad, sensibilidad y el savoir-faire de todos y cada uno de los miembros del equipo de fabricación, echando mano de todas las competencias desarrolladas y dominadas en el seno de los talleres Chopard, año tras año, la realización de una joya entorno a esta piedra incomparable constituye un gran desafío.

Pero nada se resiste a la experiencia y habilidad sin igual de los artesanos de la casa. Como con todas las otras piedras que le han precedido, esta piedra preciosa e impresionante de por sí se tornará dócil entre los dedos mágicos de los joyeros, convirtiéndose en una de las creaciones más lujosas del mundo.

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